Asia | 13/06/2017
En NEPAL, la Diosa Kumari
Kumari, que en nepalí significa literalmente virgen, es la diosa que aleja los malos espíritus y trae la buena suerte a quien la venera. En Katmandú podemos encontrarla, pero en este caso, no es una imagen o una talla, sino una niña de carne y hueso, que representa la reencarnación de la diosa Kali.
La candidata a Kumari, debe cumplir 36 virtudes que la hacen "perfecta" para ser elegida, entre ellas, el color de sus ojos, la forma de sus dientes o el tono de voz.
Una vez elegida vivirá en el Palacio de Kumari Ghar donde es adorada por hinduistas y budistas, recibe las máximas atenciones y es educada por los más sabios. Sólo saldrá a la calle para los grandes festivales y raras veces asomará su cabecita por la ventana.
Una Kumari deja de serlo cuando tiene su primera regla. En ese momento comienza el proceso de selección de la siguiente, entre las niñas de la casta Shakya. Y como todo, también tiene sus leyendas, pues se dice que da mala suerte casarse con una ex Kumari.
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